Diego Rodríguez Valdés
Diego Rodríguez es abogado especializado en Venture Capital, Innovación y Fintech, con más de 15 años de experiencia en asuntos transaccionales. Egresado de la Pontificia Universidad Católica de Chile, cuenta con un LL.M. de la Universidad de Nueva York (NYU). En 2024 fundó A/C/R Legal, donde lidera las áreas de Venture Capital, Innovación y Fintech. Antes de esto, trabajó en estudios de prestigio como Barros & Errázuriz, Becker Glynn (EE.UU.) y CMS Carey & Allende. A lo largo de su carrera, ha asesorado a numerosos fundadores en procesos de M&A y exits, además de estructurar y cerrar rondas de financiamiento desde etapas tempranas hasta Series A y B, tanto en Chile como en el extranjero. Su experiencia incluye acompañar a clientes en procesos de internacionalización, estructuración de planes ESOP, negociación de joint ventures y adquisiciones, además de una amplia gama de asuntos societarios, corporativos y contractuales. Ha participado en negociaciones complejas, diseñando e implementando estrategias para resolver diferencias entre accionistas. Ha sido reconocido en Banda 1 de Chambers en dos categorías: Venture Capital y Fintech. Es inversionista ángel en startups chilenas y LP en fondos de inversión locales. Se desempeña como director en varias compañías en distintas etapas de crecimiento. En el ámbito académico, es profesor en la Pontificia Universidad Católica de Chile del curso ?Financiamiento de la Innovación: Capital de Riesgo?, y en la Universidad Adolfo Ibáñez del curso ?Fintech e Innovación Financiera?. También ha sido profesor en la Universidad del Desarrollo sobre ?Venture Capital: Inversión en Startups?. En el sector TMT (Telecom, Media & Technology), ha asesorado en temas regulatorios y ha participado en importantes transacciones de M&A de infraestructura, incluyendo adquisiciones de torres de telecomunicaciones y fibra óptica en Chile. Padre de tres niñas, apasionado por la bicicleta en todas sus formas (ruta, MTB y gravel) y amante de la naturaleza, especialmente del sur de Chile. A pesar de ello, sigue considerando a Santiago una gran ciudad para vivir.